abril 22, 2007

Amor del Bueno, de Reyli

El segundo de los eventos que nos tocó cubrir ayer (bueno antier.. el sábado, pues!) fue una boda. Ya estábamos un poco cansados por el evento en el que tocamos por la tarde, pero bueee. Ni hablar, que para eso se alquila uno, que no?


Todo era extremadamente normal. Solo empezaba a destacar lo entusiasta que estaba la gente, lo bien que se veía que la querían pasar. Entraron los novios, las porras, cortaron el pastel, el brindis, rompieron las copas, la cena, bla, bla y llegó el momento en el que los novios desde ayer esposos abrirían pista bailando su primer tema juntos ya como recién mareados... ah no perdón maridos ... bueno, matrimoniados.

Poco antes de eso la persona que coordina los eventos en la Hacienda Sankara nos vino a preguntar a Hanna ( excelente amiga y cantante) y a mi si no habíamos tomado un CD del baño. Y no. La verdad es que ni lo habíamos visto. Cuando bajábamos al respectivo descanso anterior al asunto del primer baile ya mencionado le fueron a decir a la persona que nos dirige que habían perdido el CD con la canción que iban a bailar los novios: Amor del Bueno, de Reyli. Y antes de juzgar a la coordinadora, debemos reconocer que son cosas que hasta al mejor organizador le pueden pasar.


Los del grupo me preguntaron ¿te la sabes? . . . y sí, me la sabía de medio tararearla cuando la había escuchado en alguna estación de música popera, pero en realidad nunca habíala cantado. Y debo confesar que ellos nunca la habían tocado. Pero lo que me preocupaba mucho más que eso, era la letra: solo me sabía las primeras 6 palabras y el coro, que normalmente es lo más pegajoso. Así que ahí estábamos. Todo el grupo aportando un pedacito de rola pa’ que yo la escribiera y lo acomodara donde mejor me pareciera. Ja ja ja ja, hasta los secres (que el término menos desconocido sería: el staff) le entraron al asunto.


Alguien me dijo minutos antes de eso, “no tienes obligación de saberte la canción, y si no se puede ni modo, pero si te quieres aventar el tiro ya sabes que estamos contigo”. Y ahí, a segundos de descubrir de qué estabamos hechos lo único que pedí fue “súbanla un tono por que el Reyli ése me queda muy bajo pa’ cantarlo”.

Ayer en la noche descubrí una de las seguramente muchas razones para que estemos los que estamos y no otros en este grupo. La gente aplaudió, los novios lloraron y nosotros sonamos como si fuese una canción completamente ensayada. Ni un solo error. De ahí en adelante, la noche y la fiesta fueron todo un éxito. Íbamos a seguir la rumba a casa de no se quien con los novios y toda la familia, pero ya era demasiado, ja ja ja.


En realidad esto es lo que pasa cuando las cosas salen del corazón. Cuando lo que haces es por amor, por pasión y no por compromiso. Cuando hay disposición y ganas de todos. Cuando cada uno de los que conforman un equipo hace lo que le toca. No más. No menos. Solo lo que le toca. Lo necesario. Lo suficiente.

Gente: descubrí que somos no solo buenos: somos mejores! :)

1 comentario:

Anónimo dijo...

No cabe duda que el que si canta donde quiera enchina la piel..... nada, que como siempre queda de manifiesto que la calidad es cumplir con las expectativas del cliente y llevarlas hasta el sublime límite con la perfección...cómo me lo fui a perder... un abrazo enorme a tí y a todos aquellos amigos cantantes y músicos anónimos y no tanto, que recreean la exagerada comercialización de los artistas de moda convirtiéndola en un dulce momento de bohemia familiar digno de recordarse de por vida.