Alguien me dijo hace no mucho tiempo que si no sabes qué hacer, mejor no hagas nada. Me pareció algo sensato. Pero en el siguiente caso me rehuso a seguir el consejo, aunque no sepa bien qué hacer o cómo expresar lo que traigo.
El martes por la noche, cuando llegué a casa, me senté en el sillón a un lado de mi madre quien después de 10 minutos de completo silencio me contó porqué estaba notablemente contrariada: iban ella y mi papá camino a casa y justo enfrente del CCH Azcapotzalco estuvieron durante aproximadamente la duración de 3 altos y 3 sigas (luz roja y luz verde del semáforo, respectivamente) sin poder pasar porque a unos "estudiantes" del plantel ya mencionado se les ocurrió que ¿por qué no? su derecho de peatón correspondía a no dejar pasar a ningún coche hasta que a ellos les diera la gana. El coche que estaba frente al de mi padre avanzó y él avanzó con el propio, pero esto -cabe mencionar y de acuerdo con la historia de la Marichú - casi encima de los pelafustanes que por nada del mundo se quitaban y que paseaban de una esquina a la otra, esperando el momento adecuado.
¿Momento adecuado para qué? para arrancarle el espejo a alguno de los incautos que querían pasar. Y sí... el incauto fue mi papá. Cuando avanzó, el chico de pronto se aventó a la puerta del lado del copiloto y con una patadita bien dada, arrancó el espejo del coche. Mi mamá estaba muy enojada con su maridito porque en su opinión, él debió dejar que los fulanos hicieran lo que quisieran y que los dejaran pasar hasta que les viniera en gana. La verdad es que estaba muy asustada porque después de la patada y el ruido del espejo roto, se les aventaron otros 5 chicos que solo alardeaban, pero que, evidentemente, a ella le hicieron pensar que les iban a hacer algo más grave.
Y bueno, yo no estoy así de enojada solo porque haya sido a mis padres a quienes les pasó. Lo que me enoja es que el chamaquito lo hace, casi seguro, al menos una vez por semana. A mi me tocó hace como 2 meses en mi propio carro. Casi la misma escena (teníamos esperando 5 cambios de luz del semáforo completos) y cuando el coche delante mio avanzó, yo que ya estaba bastante desesperada avancé detrás. El tipito se me acercó lo suficiente para agarrarse de mi espejo y arrancarlo aprovechando la velocidad que iba tomando el coche.
¿Más datos? En ambos casos sucedió en martes, alrededor de las 9 de la noche, que es justo cuando los que quedaron en la escuela, sean estudiantes o no, deben salir porque a esa hora cierran. Y bueno, supongo que se dirigen hacia el metro Rosario, que está a pocas cuadras del cruce en cuestión. Ah! y como dato muy interesante es que a pocos metros hay también un par de motociclistas de la poli que, por supuesto, no hacen absolutamente nada por evitarlo (¿será que tal vez no se hayan dado cuenta?)
¿Qué hacer al respecto? Denunciarlo! aunque esta sea la primera de muchas acciones que me encantaría hacer al respecto, supongo que la primera mejor es advertir de la situación a quienes pasamos continuamente por ahí.
El martes por la noche, cuando llegué a casa, me senté en el sillón a un lado de mi madre quien después de 10 minutos de completo silencio me contó porqué estaba notablemente contrariada: iban ella y mi papá camino a casa y justo enfrente del CCH Azcapotzalco estuvieron durante aproximadamente la duración de 3 altos y 3 sigas (luz roja y luz verde del semáforo, respectivamente) sin poder pasar porque a unos "estudiantes" del plantel ya mencionado se les ocurrió que ¿por qué no? su derecho de peatón correspondía a no dejar pasar a ningún coche hasta que a ellos les diera la gana. El coche que estaba frente al de mi padre avanzó y él avanzó con el propio, pero esto -cabe mencionar y de acuerdo con la historia de la Marichú - casi encima de los pelafustanes que por nada del mundo se quitaban y que paseaban de una esquina a la otra, esperando el momento adecuado.
¿Momento adecuado para qué? para arrancarle el espejo a alguno de los incautos que querían pasar. Y sí... el incauto fue mi papá. Cuando avanzó, el chico de pronto se aventó a la puerta del lado del copiloto y con una patadita bien dada, arrancó el espejo del coche. Mi mamá estaba muy enojada con su maridito porque en su opinión, él debió dejar que los fulanos hicieran lo que quisieran y que los dejaran pasar hasta que les viniera en gana. La verdad es que estaba muy asustada porque después de la patada y el ruido del espejo roto, se les aventaron otros 5 chicos que solo alardeaban, pero que, evidentemente, a ella le hicieron pensar que les iban a hacer algo más grave.
Y bueno, yo no estoy así de enojada solo porque haya sido a mis padres a quienes les pasó. Lo que me enoja es que el chamaquito lo hace, casi seguro, al menos una vez por semana. A mi me tocó hace como 2 meses en mi propio carro. Casi la misma escena (teníamos esperando 5 cambios de luz del semáforo completos) y cuando el coche delante mio avanzó, yo que ya estaba bastante desesperada avancé detrás. El tipito se me acercó lo suficiente para agarrarse de mi espejo y arrancarlo aprovechando la velocidad que iba tomando el coche.
¿Más datos? En ambos casos sucedió en martes, alrededor de las 9 de la noche, que es justo cuando los que quedaron en la escuela, sean estudiantes o no, deben salir porque a esa hora cierran. Y bueno, supongo que se dirigen hacia el metro Rosario, que está a pocas cuadras del cruce en cuestión. Ah! y como dato muy interesante es que a pocos metros hay también un par de motociclistas de la poli que, por supuesto, no hacen absolutamente nada por evitarlo (¿será que tal vez no se hayan dado cuenta?)
¿Qué hacer al respecto? Denunciarlo! aunque esta sea la primera de muchas acciones que me encantaría hacer al respecto, supongo que la primera mejor es advertir de la situación a quienes pasamos continuamente por ahí.
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