julio 27, 2007

De Remuneraciones Empresariales - Segunda Parte

Cuando alguien te juega mal no pienses en venganza por tu propia mano.
Créanme, más tarde o más temprano los círculos en los que camina la vida se encargan de devolvernos lo que nos quita. O de darnos lo que antes se nos fue negado.

En estos días, de puro correr en la ofi, cuando menos cabeza tiene uno para pensar en ¿por qué's? me sorprendió que ese, del que hablaba en la primera parte de esta historia, el que no me tenía en un concepto de ser un dechado de talento me ofreció en sueldo lo que yo le dijese, para volver a esa agencia. . . y entonces pensé: bueno, ¿somos o no somos?

Me pareció una infame coincidencia que fuese justo cuando me dediqué a escribir todo lo que no estoy de acuerdo con el que dice cosas que no hace. Todo lo que me desagrada la falta de congruencia. Y peor aún: que intenten comprar mi lealtad por unas cuantas monedas.

Señor, eso no se compra... se gana! Y no es precisamente algo que haya logrado mientras podía.

Nomás para que me entiendan: del 2 de febrero de 2006 a la fecha no he tenido un solo día de lapsus en el que piense que "no quiero ir a la escuela" porque esté cansada y harta de mi lugar de trabajo en turno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

porque si somos... pos aquí estamos, pero si no somos, pos pá'qué nos hacemos... qué no?